Nos hemos visto obligados a que nuestro gemólogo nos ayude a arrojar
luz sobre ciertos hechos y aclarar algunos conceptos erróneos acerca de
los diamantes de laboratorio. Abordaremos principalmente la cuestión de si mantienen su belleza y esplendor para siempre o no, que definitivamente lo hacen. Ha llegado a nuestros oídos de que existen ciertos artículos con información falsa circulando en internet. Dichos artículos no son otra cosa que un triste intento por parte de aquellas empresas en rápida decadencia de intentar resistir el gran cambio al que está siendo sometida la industria del diamante. Todos podemos coincidir en que los diamantes cultivados en laboratorio están revolucionando por completo la industria del diamante, lenta y anticuada. Y lo que es más importante, es la primera vez en su historia en la que los avances técnicos han tenido un impacto real para los consumidores y, sobre todo, para el medio ambiente.
LOS DIAMANTES DE LABORATORIO SON PARA SIEMPRE
Todos hemos escuchado alguna vez el famoso eslogan acuñado por Dee Beers «Un diamante es para siempre». Bueno, irónicamente, y muy a su pesar, la belleza de un diamante sintético también es para siempre. El motivo es que ambos tienen exactamente la misma composición química: ambos están compuestos por el más puro carbono. La única diferencia real es que para extraer uno del subsuelo, y llegar así a las manos del consumidor, se debe mover una gran cantidad de tierra, lo que perjudica enormemente al medio ambiente y a las poblaciones del lugar. Mientras que el otro se origina de manera limpia en laboratorios dotados de una tecnología y maquinaria de vanguardia gracias a la ciencia y a la física.
El color de los diamantes cultivados en laboratorio será siempre el mismo, durante toda la eternidad. Este es un hecho que la ciencia ha respaldado. Sin embargo, el odio, y, en especial, el miedo procedente de la industria extractiva por los diamantes cultivados en laboratorio ha resultado en la circulación de ciertos artículos engañosos los cuales esparcen rumores falsos tales como: «los diamantes cultivados en laboratorio cambian de color» y similares. Son simplemente afirmaciones falsas y malintencionadas realizadas al ver desesperados el éxito de la nueva industria en auge del diamante artificiales.