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Diamantes
Los diamantes minados no son una buena inversión

Este es un tema controvertido del que llevamos un tiempo queriendo abordar y profundizar en él. En más de un blog podemos leer variaciones de la misma frase «los diamantes procedentes de minería son una buena inversión, mantienen su valor de reventa». Lo que quizás no sepas es que todos ellos están respaldados por la industria de extracción minera del diamante, herida de muerte, en un último intento desesperado por reencauzar la opinión pública hacia una posición más favorable. Sin embargo, el monopolio del que disfrutó dicha industria durante casi un siglo ha llegado a su fin.

Con el fin de cualquier monopolio, llega una revitalización que beneficia a los consumidores, al mercado y, en el caso de los diamantes, al planeta. A los avances tecnológicos se le suman unos cambios abruptos en la industria, que están forzando a los actores clave a adaptarse o a poner peligro su existencia. Todo esto para decir que ahora es el mejor momento para adquirir un anillo de compromiso.

¡UNA INVERSIÓN SOLO ES LO VALIOSA QUE ALGUIEN QUE ESTÉ DISPUESTO A PAGAR POR ELLA LA HAGA!

Desde los inicios de la civilización humana, no ha habido una mejor manera de determinar el importe verdadero de un artículo, servicio o inversión que el modelo económico -de eficacia comprobada- de la oferta y demanda. Dicho modelo se empezó a poner en práctica desde los orígenes del trueque y sigue siendo vigente en la actualidad, incluso con la complejidad de nuestra economía global libre de efectivo y pujantes criptomonedas.

En este artículo vamos a exponer una profunda -pero sencilla- perspectiva acerca de la industria, así como un análisis cuidadosamente elaborado por sus pioneros. También vamos a mencionar cuáles son los factores más importantes a tener en cuenta y cuál es su papel a la hora de predecir el precio de reventa de los diamantes procedentes de minería.

Factor medioambiental.

Conforme los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes en todo el mundo, vemos como los consumidores más jóvenes están comprometidos con el medio ambiente y buscan alternativas respetuosas con el planeta para aportar su granito de arena en la lucha contra el cambio climático. Es por ello que hoy en día, y cada vez más en el futuro, se repudiará el comercio con diamantes naturales, ya que contribuyen de forma excesiva a la destrucción del medio ambiente, desaparición de hábitats y especies, contaminación de fuentes de agua potable, deforestación y mucho más. Con tan sólo buscar en Google «foto mina diamantes», podremos darnos cuenta de la inmensa huella de destrucción que dejan en su camino a la joyería.

Perspectiva ética.

Cuando se trata de diamantes procedentes de minería, la ética y los factores medioambientales van de la mano, ya que ambas cuestiones están tan relacionadas que son básicamente dos caras de la misma moneda. Es mucha la información existente acerca de cómo la industria de la minería explota activamente mano de obra esclava en sus minas. A esto se suman los crímenes ecológicos mencionados anteriormente. Durante mucho tiempo, sus acciones no tuvieron consecuencias, ya que se aseguraron de operar en países de África, empobrecidos, corruptos y sin control. Este hecho fue lo que llevó a que se acuñara el término «diamantes de sangre», como sinónimo para los diamantes de minería y para poner así de manifiesto cuántas vidas humanas cuesta extraer un diamante del subsuelo. Aún más, como resultado de la corrupción sistemática y avaricia de la industria, es completamente imposible determinar con seguridad si los diamantes calificados como «libres de conflicto» se han extraído verdaderamente sin recurrir a mano de obra esclava o no.

Naturalmente, todo el sufrimiento y destrucción relacionados con los diamantes de minería los hace poco atractivos para aquellos consumidores que quieran mantener su conciencia limpia. Es una tendencia que lo único que hará será seguir aumentando en el futuro, conforme los consumidores más jóvenes y mejor informados vayan entrando al mercado. Después de todo, ¿por qué querría alguien solemnizar su amor y compromiso por otra persona con un diamante procedente de minería, responsable del sufrimiento de muchos? En cambio, un diamante de características similares cultivado en laboratorio no sólo será más barato, sino que también se garantiza que no tienen relación alguna con conflictos y son respetuosos con el medio ambiente.

Este es un tema controvertido del que llevamos un tiempo queriendo abordar y profundizar en él. En más de un blog podemos leer variaciones de la misma frase «los diamantes procedentes de minería son una buena inversión, mantienen su valor de reventa». Lo que quizás no sepas es que todos ellos están respaldados por la industria de extracción minera del diamante, herida de muerte, en un último intento desesperado por reencauzar la opinión pública hacia una posición más favorable. Sin embargo, el monopolio del que disfrutó dicha industria durante casi un siglo ha llegado a su fin.

Con el fin de cualquier monopolio, llega una revitalización que beneficia a los consumidores, al mercado y, en el caso de los diamantes, al planeta. A los avances tecnológicos se le suman unos cambios abruptos en la industria, que están forzando a los actores clave a adaptarse o a poner peligro su existencia. Todo esto para decir que ahora es el mejor momento para adquirir un anillo de compromiso.

¡UNA INVERSIÓN SOLO ES LO VALIOSA QUE ALGUIEN QUE ESTÉ DISPUESTO A PAGAR POR ELLA LA HAGA!

Desde los inicios de la civilización humana, no ha habido una mejor manera de determinar el importe verdadero de un artículo, servicio o inversión que el modelo económico -de eficacia comprobada- de la oferta y demanda. Dicho modelo se empezó a poner en práctica desde los orígenes del trueque y sigue siendo vigente en la actualidad, incluso con la complejidad de nuestra economía global libre de efectivo y pujantes criptomonedas.

En este artículo vamos a exponer una profunda -pero sencilla- perspectiva acerca de la industria, así como un análisis cuidadosamente elaborado por sus pioneros. También vamos a mencionar cuáles son los factores más importantes a tener en cuenta y cuál es su papel a la hora de predecir el precio de reventa de los diamantes procedentes de minería.

Factor medioambiental.

Conforme los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes en todo el mundo, vemos como los consumidores más jóvenes están comprometidos con el medio ambiente y buscan alternativas respetuosas con el planeta para aportar su granito de arena en la lucha contra el cambio climático. Es por ello que hoy en día, y cada vez más en el futuro, se repudiará el comercio con diamantes naturales, ya que contribuyen de forma excesiva a la destrucción del medio ambiente, desaparición de hábitats y especies, contaminación de fuentes de agua potable, deforestación y mucho más. Con tan sólo buscar en Google «foto mina diamantes», podremos darnos cuenta de la inmensa huella de destrucción que dejan en su camino a la joyería.

Perspectiva ética.

Cuando se trata de diamantes procedentes de minería, la ética y los factores medioambientales van de la mano, ya que ambas cuestiones están tan relacionadas que son básicamente dos caras de la misma moneda. Es mucha la información existente acerca de cómo la industria de la minería explota activamente mano de obra esclava en sus minas. A esto se suman los crímenes ecológicos mencionados anteriormente. Durante mucho tiempo, sus acciones no tuvieron consecuencias, ya que se aseguraron de operar en países de África, empobrecidos, corruptos y sin control. Este hecho fue lo que llevó a que se acuñara el término «diamantes de sangre», como sinónimo para los diamantes de minería y para poner así de manifiesto cuántas vidas humanas cuesta extraer un diamante del subsuelo. Aún más, como resultado de la corrupción sistemática y avaricia de la industria, es completamente imposible determinar con seguridad si los diamantes calificados como «libres de conflicto» se han extraído verdaderamente sin recurrir a mano de obra esclava o no.

Naturalmente, todo el sufrimiento y destrucción relacionados con los diamantes de minería los hace poco atractivos para aquellos consumidores que quieran mantener su conciencia limpia. Es una tendencia que lo único que hará será seguir aumentando en el futuro, conforme los consumidores más jóvenes y mejor informados vayan entrando al mercado. Después de todo, ¿por qué querría alguien solemnizar su amor y compromiso por otra persona con un diamante procedente de minería, responsable del sufrimiento de muchos? En cambio, un diamante de características similares cultivado en laboratorio no sólo será más barato, sino que también se garantiza que no tienen relación alguna con conflictos y son respetuosos con el medio ambiente.

De Beers apila montañas de diamantes naturales.

Hoy en día, es un secreto a voces en la industria que Dee Beers, como si fuera un dragón protegiendo sus huevos, posee una reserva oculta y no declarada de diamantes naturales, valorada en miles de millones de dólares. Se trata de un hecho ridículo que tiene graves consecuencias. Aunque resulta crucial para realizar nuestras predicciones de mercado. En otros artículos ya hemos hablado de ello, así como la manera en la que Dee Beers monopolizó y alteró los precios de los diamantes durante casi un siglo. Acaparó a la fuerza hasta un 95% del suministro mundial de diamantes, poniendo a la venta una ínfima cantidad de diamantes a precios inflados. En el juego de la oferta y la demanda, acapararon por completo el suministro, lo que les proporcionó una riqueza inimaginable a expensas de, básicamente, todo el mundo.

Los diamantes procedentes de minería que entran al mercado de segunda mano están prácticamente nuevos.

Los diamantes han tenido siempre un papel especial en casi todas las sociedades desde la antigüedad. Sin embargo, su demanda y, por tanto, su valor aumentaron en el siglo pasado, cuando se convirtieron en prácticamente la única opción a la hora de pedir matrimonio. Si tenemos en cuenta que la tasa de divorcio actual es del 50% (de acuerdo con estadísticas recientes), podemos afirmar con certeza que la mitad de los diamantes vendidos volverán a entrar en el mercado. Es abrumadora la cantidad de diamantes que se revenden, sin tener en cuenta los diamantes que la gente hereda. Hemos escrito un artículo titulado «Diamantes extraídos y mal karma: ¿por qué son mejores los diamantes cultivados en laboratorio?» en el que profundizamos sobre el tema. 

Para resumir, los diamantes procedentes de minería están lejos de ser una buena inversión. Desesperados, los negocios dedicados a los diamantes naturales, y especialmente De Beers, están usando esto como una nueva estrategia de marketing con el objetivo de convencer a aquellos compradores incautos y susceptibles para «invertir» en su producto. Sin embargo, todo lo que realmente están intentando hacer es deshacerse lo antes posible de sus existencias, ya que son conscientes de que se están devaluando con rapidez. Al ser actores clave en una industria herida de muerte, son plenamente conscientes de que sus polémicos productos están perdiendo el cariño de los consumidores. Ven como resultado que su demanda en el mercado se deteriora cada día, mientras que su suministro sigue creciendo. Después de todo, los diamantes procedentes de minería no están exentos de los principios universales de oferta y demanda.

Hecho curioso: Muchos consideran a Bill Sechos como el mejor gemólogo de Australia y Nueva Zelanda y su estudio GSL (Gems Study Laboratory, -Laboratorio de Estudio de Gemas) es conocido en todo el mundo por su fiabilidad. A principios de año, Bill escribió un artículo en el que sugería que los diamantes de laboratorio eran la mejor opción para aquellos que fueran a realizar una pedida de mano, más que los diamantes procedentes de minería.
Para expandir tu conocimiento de diamantes sintéticos, visita nuestra pagina de inicio donde cubrimos todo acerca de diamantes artificiales.